martes, 24 de julio de 2007

Quiero mi alta

Quiero mi alta. Esta es la frase que más veces escucho al cabo del día. Creo que la he escuchado tantas veces que ya no sabia ni lo que significaba.

Tengo que reconocer que es una frase que me enfadaba, y no sabia exactamente por qué. Al principio pensaba que los pacientes no decían nada con esa frase y lo que hacían era bloquear mis intentos de acceder a lo que les pasaba. Mi respuesta era el silencio, en espera de que los fármacos y el ambiente contenedor acabaran con el deseo de "libertad" y me permitieran trabajar.

Con el tiempo dejé de interpretarlo como un deseo veraz de irse de aquel sitio, ya que empecé a preguntarme ¿por qué no me piden simplemente que les abra la puerta? ¿o que le deje irse? ¿por qué precisamente me pide el alta? ¿por qué no se fugan simplemente? Rápidamente el alta se convirtió en un nuevo motivo de enfado, ya que el psicótico lo que estaba era maleado y apaleado por el sistema, y él tomaba como propio el discurso de la institución, eliminando sus propias palabras, cambiando el salir por el tecnicismo "quiero mi alta".

Esa visión del "quiero mi alta" tampoco me fue útil. Continuaba bloqueando mi trabajo. Elaboré una nueva hipótesis. Con "Quiero mi alta" el psicótico encuentra un lugar en el mundo, "estoy a merced de tí, tú eres mi carcelero y sólo tú me puede dar el alta de aquí". De alguna manera es un pensamiento estructurante, "no me voy a quedar aquí para siempre, porque algún día llegará mi alta". Esta idea comenzó a serme útil para colocarme en una posición, que yo no quería, pero que al fin y al cabo va con el sueldo. Soy un carcelero supertécnico, pero al menos puedo elegir como serlo. Puedo o no puedo putearlo.

Mi última hipótesis es que con "Quiero mi alta", realmente el psicótico te incorpora como una persona que de la que puede obtener algo de alguna manera, el problema es que no es capaz de ponerle palabras a qué quiere. Lo único que una persona encerrada puede desear es la libertad, para ello te tiene que reconocer como captor. Esta idea es la que intento aplicar ahora, aceptando mi papel "represor", pero colocando la verdadera responsabilidad del ingreso, del tiempo o de las condiciones en la transformación de la demanda "quiero mi alta" a "quiero algo para no volver aquí". Es un proceso complicado y no sé si acertado. Pero por ahora me sirve para controlar mis propias angustias.

7 comentarios:

jabibi dijo...

Este "Doctor quiero mi alta", me recuerda mucho al "Doctor quiero mi baja" que muchos de los supuestamente cuerdos le dicen al médico de familia, presos en un trabajo que más bien es una prisión para ellos. Eso si que es locura, llevar ese "saco de patatas" que dice Jesús, sin saber muy bien por qué, o sabiéndolo, llevando una vida infeliz que más temprano que tarde se vuelve contra esas supuestas razones (familia, hipoteca,...)

Jesús Salomón dijo...

vaya tela, vaya tela, aqui no entra ni dios, la gente no hace comentarios...........sus muertos


bueno, lo de "el alta" , tremendo, la verdad que el "setting" de una unidad de agudos, es distinto al resto de los sitios, yo creo que en una UAP, tu tienes que decidir, tú tienes que actuar, el paciente sabe, pero tú tb sabes, y en ese momento de crisis, tienes que estar hay, y tienes que poder decirel "no te vas de alta estas como un cencerro y yo te quiero cuidar y te voy a cuidar asi que jodete", creo que eso es terapeutico, creo que esa es la forma, creo que tiene que ser asi, s un momento "especial", creo que es un momento "cojonudo", pero sres hay que "soportar lo insoportable", eso es lo que hay y sino a otra cosa.
parece muy duro y tajante esta afirmación, pero estamos hablando de las "vidas" de las personas, por favor no siguamos haciendo daño, quitemosles las "máscaras" de enfermos a estos "catedráticos del sufrimiento", intentemoslo al menos, hay que estar ahí.

lo del "alta" es un tema tremendo, ya digo, porque unos se van y otros se quedan????????
joder que injusta son las cosas, tengo un tono un poco pesimista, pero, que coño, es la puta verdad, perdon por los tacos, pero es que me sale.

y no creo que seamos carceleros, creo que somos psiquiatras, y por cierto que es eso de ser psiquiatra??

Jordy dijo...

hay una cosa que quiero decir que creo no va a ser nada "politicamente correcto". Dentro de nuestro trabajo hay una dimensión de "control social" y de "guardianes de los locos" en aras de la normalidad. No tener en cuenta esto e incluso negarlo es, en mi opinion, realizar esta función sin ser consciente de ella, y por tanto siendo más facil que demos rienda suelta en su ejercicio a nuestro sadismo y nuestros miedos. Hay que conocer este aspecto para ver qué podemos hacer con ello.

Alvaro dijo...

El manojo de llaves que llevo en la mano es lo que me recuerda que la sociedad me ha puesto ahí (y creo que hemos cogido el puesto) para ejercer una función de carcelero (dentro del constructo social "ser psiquiatra")

En estos laaargooos meses de experiencia agutera he podido ver que no se puede escapar de ahí, los pacientes, las familias y yo mismo a veces, me colocan como "el amo del calabozo". El buenrrollismo y el falso progresismo no nos pueden nublar que efectivamente estamos ahí para eso, amparados por el artículo 763 de la LEC que el gobierno nos da.

La elección ética no es ser o no ser carcelero. Es como serlo y como utilizarlo, y que hacer con eso.

Parafraseando al tio de Spiderman: "un gran poder exige una gran responsabilidad"

jabibi dijo...

Jorge no estoy de acuerdo en tu apreciación de que "somos guardianes de los locos en aras de la normalidad", en el tiempo que llevo de residente, no rcuerdo un ingreso porque alguien "no estuviera normal". La gran mayoría hasta donde llega mi memoria fueron porque se estaban poniendo en peligro/riesgo a sí mismos o a los demás.Y tb mi recuerdo es que son minoría los ingresos involuntarios, la mayoría se pactan voluntarios.
Si me parece que habría que luchar porque las unidades de agudos no se asemejen a prisiones cutres y oscuras,físicamente y tambien por ciertas actitudes "terapéuticas" paternalistas o carcelarias.
Por supuesto que no sean demasiado cómodas, que si no, se convertirán en albergues...

Alvaro dijo...

Javier, tengo que discrepar de tu opinión.

Estadísticamente en las Unidades de Agudos de Málaga, el ingreso en el 90% de los casos es involuntario. Incluso se me ha dado el caso de pactar un ingreso en Urgencias y hacerlo voluntario y ser cambiado a involuntario en unos días, convirtiendo el acto del pacto en un mero paripé.

Lo de la custodia en aras de la normalidad... le voy a dar la vuelta a tu argumento y lo voy a dejar ahí, para que meditemos: nunca he visto a nadie "que estuviera normal" en la unidad de agudos.

Por Dios, un debate normal/anormal ya!

jabibi dijo...

Así que andais haciendo muchos ingresos involutarios a mis espaldas, me los estais ocultando!, me estoy emparanoiando!, a ver quién es el guapo (las guapas que me ingresen o hagan de mi lo que quieran) que me ingresa involuntario!