miércoles, 28 de noviembre de 2007

Como una campaña sobre la depresión demuestra la incapacidad presidencial para aprehender lo real. Entrevista con Jacques-Alain Miller

"Quiero hablar de la depresion, de la mirada que la sociedad tiene sobre este sufrimiento que no es material. Quiero comprometer a la investigación médica francesa en el alivio de este mal" declaró Nicolas Sarkozy el 11 de febrero último en un discurso en la Mutualité. Hace algunas semanas, el ministerio de Salud lanzaba una campaña sobre la depresión. Se le preguntó a Jacques-Alain Miller lo que pensaba sobre ello.

Filosofo, psicoanalista, es responsable de la publicacion de los Seminarios de Lacan. Jacques-Alain Miller fundo la Asociación mundial de psicoanálisis (AMP) y dirige la revista Le Nouvel Ene cuyo último número está consagrado a una crítica virulenta de la campaña contra la depresion iniciada por el ministerio de Salud. Puesto que si existen formas graves de "enfermedad del alma" - que se la llame como en otro tiempo melancolia o que se la vulgarice hoy bajo el término "depresión" - es grande la tentación de considerar la menor fatiga, tristeza o pequeña caida existencial como patologia que hay que curar con urgencia antes de volver a partir hacia el combate...

CHARLIE HESBDO: Que piensa usted del combate presidencial contra la depresión?
Jacques-Alain Miller: Que el presidente es un hombre de buena voluntad. Que admite que el sufrimiento psiquico no es material, no es objetivable. Pero, porque no esta bien aconsejada en este tema, pone todas sus esperanzas en la medicina sin pensar en el psicoanalisis.

Esta mal aconsejado, o piensa profundamente que la investigacion medica puede curar la depresion?

¿Quien quiere erradicar medicamente la depresion? La burocracia sanitaria internacional. Ella ha logrado poner al servicio de esta idea loca a las autoridades politicas de un numero considerable de paises desarrollados. Nicolas Sarkozy esta influenciado, como lo estan la mayoria de los franceses, por el intenso lobby de una parte del establishment sanitario nacional, que se ejerce en el sentido cognitivista y farmaceutico.

"Si uno no se quiere deprimir, hay que asumir la verdad."

¿Pero como explicar este interes del Estado, del poder por nuestra salud?

No es de hoy. La Seguridad social data de 1945. Mucho antes, desde los comienzos de la epoca moderna, el poder va ineluctablemente hacia el biopoder, Michel Foucault lo demostró. Actualmente, la salud es en Francia un problema agudo para todos los gobiernos que se suceden, en razón del famoso "agujero de la Segu". Todo un pequeño pueblo de expertos trata de "racionalizar" el sistema. (Instituto nacional de la prevención y de la salud (INPES) , creado en 2002, se llevo brillantemente la palma con su campaña antitabaco, y en la lista de sus proximas victimas, inscribió a la depresión. Pero si los perjuicios del tabaco tienen una cierta objetividad, no es el caso con la depresión, todo depende de la definición que usted dé de ello. Con una de ellas, ustedes pueden demostrar que el 95% de la población está afectada.

¿Cual es esa definición?
El 95 % de la gente conoce una media anual de seis episodios de tristeza y de pérdida de la estima de sí. Si se decide medicalizar todo esto, entonces el crecimiento exponencial del número de depresivos se explica. No es extraño que la OMS prediga que, en 2020, la depresión sera la segunda causa de invalidez en el mundo despues de las enfermedades cardiovasculares. Riamos! Lo que es grave sin embargo, es que el consumo de antidepresivos, que había bajado, va a explotar nuevamente. Francia es el país que consume mas psicotropicos en el mundo.

¿La campaña depresión corre el riesgo de acentuar este fenómeno?
Está en Moliere, El enfermo imaginario, o Knock. INPES persuade a la gente que si estan tristes, es porque estan enfermos, y los incitan a tragar medicamentos. Lo que era considerado antes como un mal momento que habia que pasar, una caida animica, un duelo dificil, es desde ahora en mas "una enfermedad". El folleto depresión, difundido en millones de ejemplares, es una tentativa de adoctrinamiento masivo, perfectamente irresponsable, la ambición es remodelar vuestras emociones mas intimas. Es un "alien" que se insinua en lo mas profundo de ustedes - incluso para sabotear todo lo que ustedes sienten. Los obliga a interpretar vuestros sentimientos mas humanos en el sentido de la enfermedad

¿Usted cuestiona a la Industria farmaceutica?
En todo el mundo desarrollado, la influencia ideologica de los laboratorios es enorme. Esto no me indigna: es una industria, debe hacer frente a la competencia internacional, maximizar sus partes de mercado, y por lo tanto luchar ante los poderes publicos, formar a la opinion publica, convencer a todos que tragar sus productora, es necesario, hace bien. Nada mas normal, mas logico. Pero entonces, es necesario poder oponerles contra poderes, que hagan barrera a sus excesos de celo. Tenemos que vernosla con un fenomeno de la civilizacion.

¿De que fenómeno se trata?
El hombre contemporaneo se piensa a sí mismo como una máquina. Si esto no funciona, es que disfunciona, y debe haber un tratamiento hiper rapido. Se cree, que normalmente, tenemos derecho a la euforia, a la pildora de la felicidad. Es ciencia ficcion realizada. De ahora en mas se enseña la ciencia de la felicidad en Gran Bretaña y en Alemania, Lord Layar, economista distinguido, ex consejero de Tony Blair, el papa de esta nueva ciencia, considera que la depresión es uno de los frenos principales para el crecimiento económico.

¿Terminar con la enfermedad, no es un medio de relanzar el crecimiento?
Pero la tristeza en inherente a la especie humana. Si es una enfermedad, entonces la humanidad misma es una enfermedad! es muy posible que seamos una infección del planeta. Era por otra parte la idea de Lacan. Desde el origen de los tiempos, nos destruimos a nosotros mismos, y nuestro entorno por añadidura. Si queremos curar esto, entramos en la biotecnologia, se va a tratar de producir otra especie, mucho mejor. Una especie asexuada y muda. En ese momento, nos portaremos como es debido!

¿Cuando uno esta deprimido, se porta mal?
Uno se deprime cuando esta enfermo de la verdad. Si uno no quiere deprimirse, hay que asumir la verdad, su verdad. Me tocó la frase de Cecilia que fue portada de una revista en el momento del anuncio del divorcio. "Quiero vivir mi vida sin mentir" Este es el antidepresivo mas poderoso. Sarkozy fue victima de la repeticion intoxicante sobre la depresion.

¿Nicolas Sarkozy es depresivo?
Fue, por el contrario la victima de esta atmosfera de intoxicacion en torno de la depresion. Recuerde esas fotos que lo mostraban con los ojos vidriosos, mal afeitado luego del anuncio de la separación. Es una intoxicacion. Este tipo, es una dinamo, que toma la realidad, la sacude, busca el problema y promete la solucion. Es una primicia. Con Miterrand, era la moral del final del Cid: "Deja hacer al tiempo, tu valentia es tu rey". Con Chirac,era la Correze, el padre Queuille:: "No hay problema que una ausencia de solucion no podria resolver" Y el sarkozismo, es un bello esfuerzo, pero no va a andar. "Juntos, todo se vuelve posible"? Primeramente, Sarkozy debio constatar que, en su "juntos" con Cecilia, no todo fue posible. Y luego, va a
descubrir que, la realidad es una buena hija, su plasticidad no es infinita: ella no se deja hacer sino lo que le gusta. Lo real hace barrera. Ya sea que uno se choque con ella, o que se busque la mejor manera de hacer con eso. Y en este mes de noviembre, vemos los esfuerzos prodigiosos de nuestro Hercules politico hacer agua por todas partes. Esperemos que se despierte...

PALABRAS RECOGIDAS POR H?L?NE FRESNEL

Traducci?n: Silvia Baudini (from eol-postal)

TLN agradece vivamente a Mlle Rodriguez, Secretaria del CPCT-Paris, a su
Director, Fabien Grasser y a Pierre Sidon

sábado, 24 de noviembre de 2007

"¿La llamada al Padre de Audrey?" por Henry Mancini

Moon river,

wider than a mile

I'm crossin' you in style some day,

Old dream maker,

You heartbreaker ...

Wherever you're goin', I'm goin' your way.

Two drifters, off to see the world

There's such a lot of world to see

We're after the same rainbow's end

Waitin' 'round the bend ...

My huckleberry friend,

Moon River, and me.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Humpty Dumpty metido a lingüista/estructuralista



“-Cuando yo uso una palabra -dijo Humpty Dumpty- esa palabra significa exactamente lo que yo decidí que signifique ... ni más ni menos.

“-El asunto es -dijo Alicia- si se puede hacer que las palabras signifiquen cosas tan distintas.

“-El asunto -replicó Humpty Dumpty- es el saber quién manda. Eso es todo.”

Lewis Carroll (A través del espejo)

¡SUERTE PARA LOS OPEROS!: JORGE, CÉSAR Y ÁLVARO

jueves, 22 de noviembre de 2007

Concepto de salud/enfermedad mental a gusto del consumidor. ¿Cúal prefieres?


Para la OMS la salud mental es "la capacidad del hombre para adaptarse al medio social (criterio estadístico) y de lograr satisfacción para sí y para sus semejantes (criterio normativo)". Encontramos subsumido el concepto de normalidad en el de salud, como se muestra en los siguientes ejemplos:

1) "La salud mental es amar y trabajar" (Freud).

2) "La salud mental es la adaptación de los seres humanos al mundo y a los otros, con un máximo de eficacia y felicidad" (Karl Menninger).

3) "Es sana o normal la persona que puede cumplir con sus roles sociales" (Erich Fromm).

4) "Salud mental es la capacidad para establecer relaciones personales armónicas" (OMS).

5) Según Jahoda, es mentalmente sano el que se adapta o tiene intentos activos de dominio del ambiente, conserva unidad de la personalidad y capacidad de percibir correctamente al mundo y a sí mismo.

6) "La enfermedad mental configura una pérdida de la libertad, dado que al evadirse de la realidad y no realizarse como proyecto, el individuo no cumple su destino existencial. Si la salud, en este sentido, es libertad para definirse, optar y comprometerse como ser humano en la acción, la enfermedad es limitación, rigidez y estereotipia".

7) Para Hughling Jackson la enfermedad mental se produce por un déficit en un plano superior del SNC, mientras los planos inferiores continúan funcionando.

8) Para B. Llopis, "el síndrome axial común a todas las psicosis, o a la serie de estados constitutivos de la psicosis única, no es otra cosa que la misma sucesión de estados de conciencia, por los que todos pasamos diariamente en la transición de la vigilia al sueño".

9) Según Adolf Meyer, "la enfermedad mental es una respuesta psicobiológica a la situación vital especial y compleja, dentro de la cual es colocado un individuo".

10) Para Ginsburg, "la salud mental es la capacidad de mantenerse en un trabajo, de tener una familia, de evitar problemas con la justicia y de disfrutar de las oportunidades habituales de placer (amor, juego y trabajo)".

Evolución del concepto de enfermedad mental

1) Como castigo divino (concepción mágico religiosa);

2) Como posesión diabólica (época de la Inquisición);

3) Como enfermedad médica (Waldeyer, Vives, etcétera);

4) Como alteración de la estructura cerebral (Griensinger, Wernicke, Kleist, etcétera);

5) Como transmisión hereditaria en familias "degeneradas" (Morel, Magnan);

6) Como resultado de conflictos psíquicos (psicoanálisis);

7) Como reacción de inadaptación social (Adolf Meyer);

8) Como trastorno de la comunicación familiar (Bateson, sistémicos);

9) Como refugio ante la presión social (Laing, Cooper);

10) Como trastorno en el procesamiento de la información (cognitivos);

11) Como alteración de la bioquímica cerebral (aminas, etcétera);

12) Como alteración de las estructuras cerebrales (los trabajos con TAC, RNM, PET);

13) Como manifestación de una alteración genética.

Este rápido e incompleto esquema permite visualizar la evolución en espiral de las ideas que trataron de explicar el fenómeno de las enfermedades mentales: cada etapa realiza su aporte, y al agotar sus respuestas, deja paso a la siguiente etapa, y así sucesivamente.

A pesar de los distintos puntos de vista con que se elaboraron los variados conceptos sobre estos temas, no se ha conseguido la unidad de criterio necesaria para tener principios operativos de utilidad para la práctica psiquiátrica cotidiana.

Éste es uno de los casos en el cual lo pragmático supera ampliamente a lo teórico. El común de la gente puede determinar con relativa facilidad cuándo alguien es anormal (cuando esta anormalidad es moderada o grave). Así, también la práctica hospitalaria con alienados, al cabo de un tiempo, crea en el terapeuta "el olfato", la intuición, que le permite detectar cuándo un examinado es, por ejemplo, un psicótico, sin que pueda explicar exactamente qué lo ha llevado a diferenciarlo. Desde luego, esto que mencionamos va más allá del análisis semiológico corriente.

Existe una captación global de lo normal y de lo enfermo, que uno va incorporando a través de toda su vida como inserción y aprendizaje implícito en el medio cultural. Es una experiencia común para cualquier docente primario, y aun de jardín de infantes, cómo los chicos que padecen anormalidad (física o intelectual) son marginados y objeto de burla por el resto de los niños; a veces mucho antes que el maestro, e inclusive los padres, se den cuenta de esta anormalidad. Esto da pie a la sugestiva idea de que podría existir para la normalidad una memoria de especie y otra derivada de los modelos aprendidos.

Esta segregación natural de los anormales y enfermos ha creado el concepto de la enfermedad como un disvalor social o, como dice Jaspers es un juicio de valor: "enfermo implica desde cualquier punto de vista, nocivo, indeseado, inferior".

Otro obstáculo para llegar a una generalización que concite el acuerdo universal radica en la particularidad del ser humano, que por un lado incorpora patrones de conducta comunes a su cultura y a su tiempo, pero por otro posee un grado de libertad que le permite su sello personal, de tal manera que no existen dos individuos iguales. Esto hace que la valoración sobre la normalidad y la anormalidad sólo pueda realizarse en forma parcial.

De acuerdo con esto, hay una doble vía de valoración para establecer la normalidad: por un lado, si la persona responde a determinados patrones comunes, y por otro, la evaluación de las características específicas del individuo y sus circunstancias. Las propias vivencias del terapeuta, lo quiera o no, son un elemento de peso para la construcción de su propio concepto de normalidad y van a incidir en el juicio que haga del examinado.

Encontrar el sutil límite entre normalidad y anormalidad, o sano y enfermo, es tal vez pretender demasiado. En esta frontera difusa que posibilita la imperfección, el error, la enfermedad, pero también la libertad y la salud, quizá se encuentre lo esencial y distintivo del ser humano.

Articulo extraido de la web: http://www.marietan.com/index.htm

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Hablar con los demás potencia del cerebro, aumentando la inteligencia.

FUENTE: PERSONALITY AND SOCIAL PSYCHOLOGY BULLETIN. 2007 NOV (citado en www.psiquiatria.com)

Tener una charla amigable con alguien cada día podría ser tan útil para retener la agudeza mental como hacer un crucigrama al día. Así lo señala un equipo de científicos estadounidenses para los que hablar con otras personas durante diez minutos al día mejora la memoria.

Se analizaron datos sobre 3,610 personas entre los 24 y los 96 años de edad. Se observó que mientras mayor era el nivel de interacción social, mejor era la función cognitiva. La interacción social incluía reunirse o tener charlas telefónicas con familiares, amigos y vecinos.

En otro experimento, los investigadores condujeron pruebas de laboratorio con 76 estudiantes universitarios entre los 18 y 21 los años de edad, para evaluar cómo las interacciones sociales y los ejercicios intelectuales afectaban los resultados de pruebas de rendimiento de la memoria y mental.

Se dividió a los estudiantes en tres grupos, el grupo de interacción social tuvo una discusión sobre un tema social durante diez minutos antes de tomar las pruebas, el grupo de actividades intelectuales llevó a cabo tres tareas (que incluían un ejercicio de lectura comprensiva y un crucigrama), y un grupo de control que vio un clip de diez minutos del programa de televisión Seinfeld.

"Encontramos que la interacción social a corto plazo que duraba diez minutos aumentaba el rendimiento intelectual de los participantes tanto como participar en actividades llamadas 'intelectuales' por el mismo periodo de tiempo", dijo Oscar Ybarra, psicólogo del Instituto de investigación social de la Universidad de Michigan.

martes, 20 de noviembre de 2007

Conductas bizarras e idas por tabaco

Hay que ver que me leeis la mente. Ultimamente en mis nuevas funciones laborales estoy teniendo muchos choques “eticos” entre la libertad, la psicosis y los limites sociales.

Mis interrogantes empezaron con esta conversación que escuché:

- M. se ha vuelto a fugar
- ¡Que no! Que he ido por tabaco y luego venía
- Como te vuelvas a fugar te mandamos a tu casa

Bueno, venía a ser más o menos así. Hablamos de combatir el estigma en radio y televisión, pero cuando un paciente hace un movimiento de “libertad”, lo convertimos en fuga, y encima le invitamos a que se siga fugando (como así ha sido).

Pero bueno, esto es el funcionamiento más o menos habitual, y no sé si debemos cambiarlo (supongo que sí pero ya veremos). El caso es que este paciente estaba “descompensadillo” y puedo entender que el ir por tabaco se conviertiera en una fuga. ¿Pero y si un paciente que no está descompensado decide emborracharse? ¿Por que en lugar de dormir la mona como hacemos nosotros acaba ingresado en el hospital sin estar descompensado? Y además esto no solo pasa con psicóticos, basta tener cualquier enfermedad mental para que toda transgresión social sea interpretada como un empeoramiento y precise la intervención de un psiquiatra o psicologo (por lo menos para certificar que no tiene nada que ver con la enfermedad)

Una vez me trajeron un chico, psicótico, que habia hecho un “calvo” en una discoteca... y las voces no se lo habian ordenado. Menos mal que le pregunté porque lo habia hecho (y menos mal para él que yo también lo habia hecho en mi juventud y no lo ví como una “conducta bizarra”). Solo lo habia hecho para reirse de unas niñas con sus amigos.

El caso es que no somos capaces de ver a la persona “entera” aunque queramos. La enfermedad mental lo invade todo, y aunque tratamos de devolver la responsabilidad de sus actos al paciente, no somos capaces de aceptar su voluntad. No hay una parte infectada y una parte sana, ni todo está enfermo ni todo está sano. El tiempo, las situaciones, los momentos determinan lo que hace la persona y deberiamos tenerlo en cuenta a la hora de “juzgar”. Y no hablo desde una posición de terapeuta.

Nuestro trabajo consiste en devolver al paciente la libertad perdida por su enfermedad, para que la vuelva a perder dentro de las normas sociales. Como todo el mundo ¿no?

lunes, 19 de noviembre de 2007

¿Y EL MIEDO NO SERÁ VUESTRO?

Muy buenas a todos. Recibí varias invitaciones para participar en este blog y soy novato en estas cosas interneteras (lo digo por futuras pifias).
Como las invitaciones vienen de gente que considero amiga, pues que me lo tomé en serio (y no como aquello de"a ver si nos vemos" que le decimos al conocido plasta). Además, la gente que me invita me conoce, por lo que supongo que se espera algo de mí en el sentido de dar otra visión a lo que aquí se dice (por supuesto no mejor ni más cierta, vaya por delante). Multitud de jarras de cerveza son testigo de mis conversaciones con alguno de los que aquí escriben, así que no se sorprenderán.
Bueno; me parecía mal empezar sin presentarme, pero ya... al grano.
Vereis, hay algo que siempre me ha "molestado" de ese aura de misticismo, fantasía y excelencia que se le quiere dar a la esquizofrenia (por extensión a la enfermedad mental, pero empezaremos por lo obvio). Es algo que me parece, cuando menos, cruel. Decir que la esquizofrenia es un modo especial de vivir la libertad o un momento lúcido de "genialidad", es una falta de respeto al sufrimiento de los pacientes. Así de sencillo.
Respetar y dar valor a la enfermedad mental significa, en mi opinión, precisamente verlo como una enfermedad, y, desde ahí, trabajar con la persona que sufre y siente. Se habla aquí de respetar su individualidad, su esencia como ser humano más allá de ser un enfermo; ¿es incompatible?. Si para hacer eso necesitamos ver al enfermo como alguien especial, lo que en realidad mostramos, tal y como dice el título, es nuestro miedo y nuestra incapacidad de aceptar a alguien tal cual es.

Es fácil amar a una abeja cuando se le cree recipiente de Dios, señal o producto de un halo divino. Lo difícil es amar a la abeja como simple abeja

(Julio Cortázar; del "Diario de Andrés Fava")

PD: Hala! a machacarme! Salud y república.

domingo, 18 de noviembre de 2007

LA FDA SE VE SALPICADA EN LA POLÉMICA DE OCULTACIÓN DE DATOS, POR PRIMERA VEZ VINCULA LOS ANTIDEPRESIVOS AL SUICIDIO JUVENIL Y HACE RECOMENDACIONES



Editado de: La FDA se ve salpicada en la polémica de ocultación de datos, Diario Médico, 14 de septiembre de 2004.

El problema con los antidepresivos se remonta al año 2003, cuando el Reino Unido prohibió la prescripción a menores de 18 años de inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS) con excepción de la fluoxetina (más conocida por su nombre comercial, Prozac), debido al aumento de las tendencias suicidas apreciado en algunos estudios realizados con este tipo de antidepresivos, pero también por “las dudas sobre su eficacia terapéutica”. Apenas un año más tarde, Canadá y EE.UU. se unen a estas medidas con la emisión de severas advertencias.

En los EE.UU., solamente uno de esta clase de fármacos -la fluoxetina- tiene autorización formal para ser administrado en niños y adolescentes. En el resto del mundo, el uso de estos medicamentos en menores no está aprobado formalmente, aunque la mayoría de los profesionales los prescribe, porque tampoco existe prohibición de hacerlo.

Dentro de la polémica sobre el consumo de este tipo de medicamentos en la población infantil, la FDA ha sido acusada de ocultar información. Y es este debate el que a su vez ha desencadenado otra discusión acerca de la publicación íntegra de datos de investigación por parte de la industria farmacéutica. [N.E.: ver en esta misma sección “Las revistas sólo publicarán los ensayos registrados en una base de datos pública”]

El primer argumento se debatió los primeros días de septiembre durante la sesión celebrada en el Congreso estadounidense en la que la industria, la FDA y el Comité de Energía y Comercio presentaron sus respectivas ponencias y alegaciones al respecto.

Sin advertencias
El Comité de Energía y Comercio acusó a la agencia y a varias compañías farmacéuticas de no advertir durante años a médicos y pacientes de que la mayoría de los antidepresivos no se habían mostrado eficaces en el tratamiento de niños e incluso que algunos habían mostrado serios efectos adversos en esta población. En 2002, según datos del Comité, casi 11 millones de prescripciones de estos productos se administraron en niños, y de éstas 2,7 millones se destinaron a menores de 12 años.

El portavoz de la agencia norteamericana, Jason Brodsky, negó que este organismo hubiera retenido documentos para no verse salpicado por la reciente polémica de los ensayos clínicos que ha enfrentado a varias compañías con la justicia y aseguró haber proporcionado al Presidente del Comité toda la información requerida.

Por su parte, los representantes de la industria reunidos en la sesión aseguraron haber suscrito la propuesta realizada esa misma semana por PhRMA, la patronal farmacéutica estadounidense, de hacer públicos todos los ensayos clínicos en una página web colectiva para el sector. Sin embargo, algunos miembros del Comité consideran insuficiente esta declaración e instan a la elaboración de una legislación que imponga la publicación de todas las investigaciones.

Ahora la FDA le da respaldo a sus expertos
El doctor Robert Temple, Director de la FDA, vinculó por primera vez el consumo de antidepresivos y la inducción al suicidio en algunos niños y adolescentes.

Temple admitió que varias compañías farmacéuticas ocultaron al público los resultados de 15 estudios clínicos patrocinados por ellas que demostraron de forma clara relaciones de esos preparados con comportamientos suicidas.

El reconocimiento del Director de la FDA se produce después de que la propia agencia metiera en un cajón las conclusiones a las que hace un año llegó su propio experto en fiabilidad de los medicamentos, el doctor Andrew Mosholder. Directivos de la agencia consideraron inexactos los datos de Mosholder y contrataron a investigadores de la Universidad de Columbia, que llegaron a la misma conclusión: había un vínculo entre el consumo de píldoras como Zolft (fabricado por Pfizer), Paxil (de GlaxoSmithKline) y Prozac (patente de Eli Lilly & Company) y tendencias suicidas.

Recomendaciones
El comité asesor de la FDA recomendó que los frascos de medicinas como Prozac o Paxil cambien sus etiquetas y adviertan a profesionales y pacientes sin la menor duda de que su uso puede despertar inclinaciones suicidas en los jóvenes. Esta medida fue aprobada con 15 votos a favor y 8 en contra de los expertos reunidos en el comité asesor.

Recomendó introducir en el empaquetado de los medicamentos un recuadro de color negro con una advertencia visible en relación a la edad recomendada: (15 sí, 8 no). Los rótulos con fondo negro son los que representan la advertencia más seria en el sector sanitario estadounidense ya que, por ejemplo, sólo los llevan los envases de productos como los matarratas o los líquidos para desatascar desagües.

La FDA hace extensiva esta advertencia tanto a todos los fármacos estudiados (Prozac, Zoloft, Remeron, Paxil, Effexor, Celexa Wellbutrin, Luvox y Serzone), como a todos aquellos que no fueron incluidos en los análisis. A la luz de los resultados, la FDA entiende que no es adecuado excluir ninguna medicación.

También aconsejó que estos medicamentos se vendan con un folleto de fácil lectura que explique cómo decidir si un niño debe o no tomarlos y cuáles son los síntomas que pueden alertar de su eventual tendencia al suicidio. Las autoridades sanitarias de EE.UU. se comprometieron además a estudiar la posibilidad de dar un paso más, el que los padres tengan que firmar un documento en el que dejen muy claro que entienden y aceptan los riesgos que puede conllevar el que sus hijos sean tratados con antidepresivos.

La revista The New England Journal of Medicine del 14 de octubre (Vol. 351, Nº 16) publica la opinión de dos de los miembros del panel que redactó las conclusiones. Uno de los 15 votos a favor de la inclusión de una advertencia sobre los efectos adversos en el envase fue el de Thomas Newman, del Departamento de Epidemiología, Bioestadística y Pediatría de la Universidad de California en San Francisco. Newman explica que antes de tomar cualquier decisión se analizó toda la evidencia disponible sobre el incremento del riesgo de suicidio en pacientes pediátricos que consumían antidepresivos. “La evidencia más convincente procedía de un meta-análisis de ensayos patrocinados por compañías farmacéuticas. La tasa global de ideas o comportamientos suicidas entre los niños que tomaban antidepresivos era el doble que en el grupo placebo”, justifica. Este artículo se encuentra disponible en: content.nejm.org/cgi/content/full/351/16/1595 (A black-Box warning for antidepressants in children?)

El segundo artículo que publica la revista lo firma David Brent, psiquiatra del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania), y se puede consultar en: content.nejm.org/cgi/content/full/351/16/1598 (Antidepressants and pediatric depression. The risk of doing nothing ). A pesar de la recomendación desfavorable de la FDA, Brent considera que los antidepresivos deben seguir empleándose para tratar la depresión infantil. “El análisis de la FDA sugiere que el riesgo potencial de comportamiento suicida en niños y adolescentes que toman antidepresivos es real, aunque pequeño. El comité recomienda incluir advertencias en los prospectos y mayor información para pacientes y cuidadores, pero no se prohíben los fármacos”, subraya. Prohibirlos, reflexiona Brent, supondría “retroceder 25 años, cuando la única esperanza para los familiares de personas con tendencias suicidas era que algún día se encontrara un tratamiento eficaz”.

Por su parte, los representantes de las familias de afectados, que también tuvieron oportunidad de expresar su parecer en el debate en la FDA, unos lo hicieron para defender a ultranza los antidepresivos y otros para denunciar que fueron los que llevaron a sus hijos al suicidio.

La opinión de psiquiatras y especialistas contribuyen a la polémica
Los psiquiatras y especialistas han dejado claro, sin embargo, que la cuestión es difícil de dilucidar, porque la propia depresión ocasiona tendencias suicidas y también hay muchos estudios que demuestran que los antidepresivos han ayudado a la recuperación de muchos pacientes deprimidos.

Algunos explicaron que las medidas de control anunciadas por la FDA pueden provocar un cierto temor entre los especialistas a la hora de recetar estas medicinas y entre los padres a la hora de aceptarlas cuando, añadieron, en muchos casos, han salvado a niños y jóvenes de males mayores.

La Asociación Española de Psiquiatría Infanto Juvenil (AEPIJ), por ejemplo, ha decidido salir al paso de esta polémica con un comunicado en el que apoya el uso de estos medicamentos en menores. “El beneficio del tratamiento con antidepresivos es superior al riesgo de no aplicarlo”, asegura la nota.

El comité de expertos españoles recuerda que la depresión es la primera causa de suicidio entre adolescentes, por lo que defiende el uso de los tratamientos disponibles con un control riguroso de los posibles efectos secundarios. En un detallado comunicado, AEPIJ explica que las ideas suicidas forman parte de las manifestaciones propias del trastorno depresivo.

“La depresión, que afecta alrededor de un 3-5% de los niños, hace 14 veces más probable una primera tentativa de suicidio”, apunta. Para ellos, el problema de las medidas tomadas en Reino Unido y EE.UU. radica en la metodología de los trabajos analizados hasta ahora, la mayoría de los cuáles “no había sido diseñado específicamente para el estudio de conductas suicidas y tampoco habían tenido en cuenta la existencia de factores de riesgo (...) frente a posibles tentativas de suicido”. Para la asociación, “es urgente disponer de tratamientos eficaces”, para lo que reclama nuevos estudios diseñados específicamente para evaluar la relación entre los antidepresivos y la aparición de ideas suicidas en estos jóvenes pacientes. Respecto a la eficacia de estos fármacos, el comunicado recuerda que, “como en la mayoría de los medicamentos, todos los ISRS son efectivos en algunos niños o adolescentes, pero no en todos”.

Por ello insiste en la necesidad de que los profesionales conozcan todas las alternativas disponibles para poder individualizar los tratamientos en caso de que los pacientes no respondan a la primera terapia. Los psiquiatras recuerdan que no siempre es necesario recurrir a la medicación, especialmente en el caso de depresiones ligeras.

Las enfermedades mentales le salen caras a la Unión Europea: 295.000 millones

Los tratamientos a las depresiones o la ansiedad ya suponen el 20 por ciento del gasto sanitario.

El crecimiento económico también produce monstruos. Y uno de los más terribles en los países desarrollados son los trastornos mentales, asociados en muchos casos a un
ritmo de vida y trabajo frenéticos.

Enfermedades como la depresión, los problemas de ansiedad, las adicciones, la esquizofrenia o el trastorno bipolar, por citar las de mayor impacto, cuestan a los países de la Unión Europea 295.000 millones de euros. O lo que es lo mismo, sus costes directos en hospitalizaciones, consultas médicas o medicamentos e indirectos en pérdidas de jornadas de trabajo, invalidez o muertes prematuras absorben el 20 por ciento del gasto sanitario.

La depresión se lleva la palma. El tratamiento de los 21 millones europeos afectados y sus secuelas en bajas laborales o jubilaciones anticipadas cuestan 118.000 millones de euros, 253 euros por europeo. Y la tendencia va en aumento.

Son cifras mareantes que ha puesto encima de la mesa Patrik Sobocki, experto en economía de la salud del Centro de Economía de la Universidad de Estocolmo., quien da dos causas a tanto trastorno: "Estrés o la cada vez mayor presión para que los dos cónyuges trabajen".

¿Cuánto cuesta tener depresión?




Fuente: Andlin-Sobocki / elEconomista

Cuanto más ricos, peor

También son los países más ricos -los que mayor esfuerzo dedican a la sanidad y más industria farmacéutica tienen- quienes cuentan con el gasto más elevado, asegura este experto a elEconomista. En el tratamiento de la depresión, por ejemplo, Suiza, Alemania o Francia se gastan más de 2.000 euros por paciente entre atención médica y medicamentos. En España, se reduce a sólo 1.000 euros por paciente.

Y, sin embargo, no parece que se tome nota de su fuerte impacto económico y sanitario. El prestigioso psiquiatra español Juan López Ibor ha subrayado que sólo la depresión supera en costes al cáncer y la diabetes juntos en Europa y aun así "se investiga 40 veces menos que el cáncer".

En concreto, sólo se dedican 38 millones de euros a la investigación pública y privada de la depresión, por 1.460 millones al cáncer. "Se piensa que el cáncer o el Alzheimer suponen un mayor reto para la sociedad que la depresión", asegura el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, "pero una mejor inversión en esta área proporcionará mejores resultados a corto plazo que en el resto".

Retrato español

De momento, desde los poderes públicos se empieza a tomar conciencia. Más de 20 de los 30 millones invertidos en la investigación de estos trastornos desde 2001 corresponden a 2004 y 2005, según datos del Ministerio de Sanidad.

Y es que España no es ajena a esta realidad. Cerca del 9 por ciento de la población padece en la actualidad algún tipo de trastorno mental y Sanidad calcula que algo más del 15 por ciento lo padecerá a lo largo de su vida.

La carga económica de las enfermedades del sistema nervioso supera ya con creces los 3.000 millones de euros en España, según las cifras aportadas por el Ministerio en su reciente Estrategia en Salud Mental para el Sistema Nacional de Salud. Y eso que los españoles somos los europeos con mejor salud mental. España es el segundo país de la UE con menores casos de depresión, por detrás de Italia, y también el penúltimo en tasa de suicidios, con 6,4 por 100.000 habitantes, frente a los 20,7 casos de Finlandia o los 15 de Francia.


Articulo extraido de la página web: elEconomista.es

viernes, 16 de noviembre de 2007

EL BROTE ES EL MOMENTO MAS SANO DEL PACIENTE


"el brote es el momento mas sano del paciente" , cuando escuché esa frase me quede algo impactado, pero no me quedé con ese primer pensamiento y empezé a refelexionar un poco.
Claro, cuando alguien "se brota" se supone que "esta fatal" y todos dicen , que "está fatal", y se le ingresa, se le sube la medicación, se atemoriza el entorno, lo incluyen con el cártel de "diferente" la sociedad, el vecindario y la "microsociedad" que es la familia.

Pero ¿Porqué no pensar que es el momento de máxima expresión?, podría ser, que es el momento más rico para poder escuchar (quien quiera y pueda claro) lo que el paciente (es decir esa persona que sufre) tiene que decir, lo que a veces a gritos nos tiene que contar, su mensaje mas íntimo y doloroso traducido en metáfora.

Me quede pensando y sigo pensando, ¿Qué piensan ustedesé

martes, 13 de noviembre de 2007

Algunas reflexiones sobre el concepto esquizofrenia

Estaba aquí estudiando sobre la Esquizofrenia y me he encontrado unas frases que que me han dado que pensar. Vayan aquí:

Neumann: "Solo existe una enfermedad mental: la locura"
Caparros (2004): "No se podrá pensar en un verdadero progreso de la psiquiatria hasta que esta no haya arrojado por la borda todas las clasificaciones"
Cabaleiro-Goas 1956: "El hombre-esquizofrénico no se hace esquizofrénico, si no que le hace esquizofrénico - quisiéralo él o no - un proceso"

lunes, 12 de noviembre de 2007

Carceles de mentes

Os pongo aquí un enlace a un reportaje que publica hoy El Pais, sobre el Psiquiatrico Penitenciario Sevilla 2. Lo mejor, recoje testimonios directos de los pacientes allí internados y saca a la luz lo poco que sirven esas medidas de internamiento durante años. También apunta la responsabilidad de los elementos comunitarios en la prevención y en evitar que estos pacientes acaben más destrozados de lo que ya están.

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Carcel/mentes/enfermas/elpepusocdmg/20071111elpdmgrep_1/Tes

sábado, 10 de noviembre de 2007

Ponencia menores en conflicto


Las demandas que reciben los ESMD y las USMIJ son muy variadas: problemáticas familiares, violencia, malos tratos, rechazo del sistema educativo, abusos, adicciones etc.

En las familias que atendemos no suele aparecer aisladamente uno de estos problemas, sino varios, el panorama familiar cuando nos acercamos suele ser desolador, de manera que la impotencia es la primera vivencia del profesional, a la que tiene que sobreponerse, y deprisa, porque hablamos de familias en las que hay niños, niños que corren múltiples peligros, peligros que por la sola experiencia de haber visto tantos en esas mismas circunstancias, los profesionales ya pronosticamos con facilidad acerca de su futuro : “ son carne de cañón”, pensamos y decimos... serán delincuentes, prostitutas, toxicomanos, padres y madres que abandonarán o maltratarán a sus hijos”.

Nos corre prisa hacer algo para sacar a estos niños de esta situación de mal-estar en el mundo, sin embargo sabemos que la prisa trae consigo un peligro: el de actuar sin darnos el tiempo necesario para comprender lo que está en juego en una familia en la que vemos riesgos para los niños. Por eso voy a intentar en este espacio que me han ofrecido, plantear algunas cuestiones a vuestra reflexión, precisamente porque creo que es imprescindible antes de iniciar una intervención.

Si vemos el drama de estos niños desde un prisma social, consideramos que el peligro viene dado por la familia en la que han nacido, el barrio en el que crecen , las amistades que tienen... en definitiva el mundo en el que viven, esa sería de la causa su ese mal-estar.

Me detendré por un momento en esta consideración del maltrato infantil como un problema social. Considero que es importante porque la definición que damos de un problema orienta los cursos de la acción a seguir. Si hablamos de “problemas sociales”, lo que decimos es que hay una perturbación del orden social y en consecuencia es obligada una acción de control social, de orden público y un agente que la ejerza. No es conveniente olvidar que esta función de agente de control social la encarnamos todo el sistema de protección a la infancia: desde el pediatra o el maestro, el equipo de SSCC, el ETF, el SPM, el sistema judicial...En el sentido de que parte de nuestra función es no consentir que los niños vivan en un contexto familiar que nos les proporciona los cuidados mínimos para su desarrollo.

Porque es parte de nuestra función, condiciona nuestra manera de actuar y creo que es conveniente pensar en como lo hace. Dejo aquí sólo subrayado este tema, para proseguir con el mal-estar de los niños y de las familias. Un mal-estar que muchas veces más bien habría que denominar horror, digo esto porque el malestar interroga a la persona, si me siento triste, inquieto, enfadado cabe la posibilidad de que me pregunte que me hace sentir así, me siento mal y a veces no sé muy bien por qué. El horror, sin embargo, paraliza, deja sin palabras.

Todos nos preguntamos en ocasiones ¿ cómo es posible que en una sociedad que defiende ideales universales acerca del bienestar para todos los ciudadanos pueda existir tanto horror para algunos?. Salud para todos, educación para todos, la consideración de que toda violencia contra los niños constituye una violación de los Derechos Humanos., que hay que erradicar... son ideales que sostiene nuestra sociedad, sin embargo hay amplios sectores de la población que, en todos los tiempos, quedan fuera de las máximas universales.

De estas máximas globales que tienen el efecto de tratar de borrar las diferencias que hasta ahora se muestran como inevitables, como nos enseña la historia. Pero en un modelo globalizador no se admiten esas diferencias, como tales y se transforman en exclusiones de la norma. Quiero decir que lo que se trata de plantear como universal no admite lo que no se incluye en la norma y queda expulsado del conjunto. Evidentemente, con la mejor de las intenciones, tratamos de que los niños de nuestra sociedad alcancen un nivel de bienestar que consideramos necesario para su desarrollo físico, psíquico y social. Para ello ponemos en marcha nuestro trabajo, para proporcionar a la familia todos los recursos que precisaría para ello, en un intento de incluirlos socialmente, sin embargo con un recorrido no demasiado largo de trabajo en este campo podemos darnos cuenta de que es muy difícil para la mayoría de las familias con las que trabajamos salir de la marginación: vemos como las problemáticas se repiten hasta de generación en generación.

Pareciera que esta posición de exclusión social, de resto, de lo que queda por fuera del sistema se perpetuara con la colaboración de sus protagonistas, que repiten una y otra vez aquello que les condena al sufrimiento.

Una familia en la que los niños que forman parte de ella, no tengan el adecuado nivel de bien-estar, por causa de sus padres se denominarán maltratados.

Mi pregunta es de qué le sirve a un niño llevar a sus espaldas este nombre, que le define como ser pasivo, esta etiqueta que ponemos los profesionales, además de para pasar a formar parte del grupo de excluidos que no han tenido la suerte de alcanzar la máxima del bienestar infantil. ¿Qué consecuencias tendrá esto para él?. ¿Qué consecuencias tendrá para nosotros, los profesionales que debemos prevenir, evaluar, detectar, intervenir en situaciones de maltrato infantil?

En primer lugar considerar que las formas de agrupamiento de personas que se hayan fuera de los ideales sociales universales como: padres maltratadores, niños maltratados, jóvenes delincuentes... son palabras aplastantes que parecen querer nombrar la totalidad de la persona, como si con esa palabra se estuviera haciendo una descripción exhaustiva de su forma de pensar, de sentir, de relacionarse, de imaginar etc. Con esas etiquetas se borra la subjetividad, lo singular de cada persona, lo que la diferencia de todas las demás. Su peligro es que nos provocan el espejismo de que todos los niños maltratados son parecidos, lo esencial de ellos es idéntico y por tanto podemos tratarlos como si todos fueran el mismo, no hay nada que descubir de cada uno de ellos.

¿Y qué es eso que comparten tan esencial? Que han tenido una infancia con carencias, que son víctimas, como consecuencia, debemos salvarles de sus verdugos: sus padres, a través de dos caminos posibles:
- cambiando el actuar de los verdugos
- separándoles de ellos.

... el efecto es que victimizándoles, ya no hace falta escucharles, sabemos de lo que sufren, lo que les ha faltado, lo que necesitan, lo que desean.

A esto me refería cuando anteriormente hablaba de nuestra función de control social: la sociedad nos encomienda la función de no permitir que los niños sufran el Mal-trato de sus padres y para ello intervenimos en las familias, lo quieran o no, muchas veces sin su consentimiento.

El problema que planteo es:

- Por un lado es necesario, imprescindible, incluso vital ( a veces incluso puede correr peligro la vida del niño), nuestra intervención en las familias.
- Por otro lado defiendo la idea de que para producir un cambio en una persona es necesario el consentimiento del propio interesado, y los dispositivos de control intentan producir cambios sin el consentimiento del sujeto.

Para Aristóteles la vida de un sujeto se construye sobre los si y los no que ha dado en su camino, así aludía a la responsabilidad de cada persona de lo que hace con su vida ( sin olvidar las malas condiciones de las que puede partir, el lugar que le den sus padres, lo que signifique el niño para ellos va a condicionar las posibilidades de las que parte)

Pero además de la responsabilidad de cada sujeto, también hay una responsabilidad del profesional , y su posición subjetiva frente al otro, padre, madre, niño.

Considero que nuestras intervenciones están marcadas por lo imposible, imposible que todo sea educable, curable, tratable, incluido socialmente... y precisamente este límite es el que abre las condiciones posibles de lo intervenible. Y esto vale para todas las disciplinas implicadas en el trabajo con familias en las que se produce el maltrato infantil: ni el educador, ni el trabajador social, ni el psicólogo se libran de toparse con los límites de su intervención. Quiero decir que no todo en las familias podrá ser cambiado y habrá muchas en las que nada. No todas las personas nos darán su consentimiento para que intentemos escucharlas, y ayudarlas a que tomen sus decisiones.

El consentimiento de sujeto, de la familia a la intervención nunca es total, hay márgenes y la decisión última depende de él.


Pero si nosotros asumimos la necesidad de una intervención sin esperar a promover una pregunta acerca de qué de sí mismo le lleva a no asumir su papel de padre o madre, a delinquir, desafiando una y otra vez la ley, como vemos a tantos adolescentes, a caer en el exceso del maltrato cuando castiga a su hijo... viendo sólo al niño como víctima y los padres como culpables estaremos perdiendo la posibilidad de que se responsabilice de sus actos y pueda dejar de repetirlos. También tenemos, últimamente, la otra versión: padres víctimas de sus propios hijos. Hijos que no sólo desafían a sus padres, sino que llegan al maltrato y cuando se les escucha hablan desde la total impunidad...El riesgo sigue siendo el mismo unos son víctimas y otros culpables.

. Es fácil ver a los niños sólo como víctimas y a los padres sólo como culpables. En ambos casos se produce una perdida de la responsabilidad, en la victimización por defecto, puesto que el niño sólo es visto como el objeto sobre el que recae el maltrato, la negligencia, el abandono, corriendo el riesgo de perder de vista que fundamentalmente es un sujeto con sus propias interpretaciones de lo que está sufriendo, sus propios juicios, sus propios deseos respecto a como quiere que sea su futuro, sus propias decisiones sobre si acepta a sus padres o no. Evidentemente habrá situaciones en las que tendremos que contrariar los deseos del niño, cuando sus deseos no sean compatibles con su vida, cuando se encuentre en un riesgo tal que no quepa otra posibilidad que poner un límite separándole de sus padres, aunque no sea lo que el niño desee.

En el caso de los culpables, ya sea el padre/madre que maltrata o el adolescente, que también lo hace, la pérdida de la responsabilidad puede ser por exceso. El acto de violencia o de negligencia puede ser tan radical que nos impida dar la palabra a la persona para intentar endender que le llevó a ese acto. Si sólo condenamos y no escuchamos, colaboramos con la repetición de los hechos.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Serie locos egregios: hoy el obseso del horror cósmico

Una perla. Esta es una entrevista a un escritor de poco éxito que murió en 1937. El tipo es H.P. Lovecraft, señor que vivió durante años en un pueblo de mala muerte de E.E.U.U.(Providence) con sus tias y rodeado de gatos. Aquejado siempre de obsesiones, temores xenófobos y sensación de fracaso crónica, sentó las bases del género de terror tal y como lo conocemos. Fijaos en la postura y como va vestido, hasta la misma voz...cuesta creer que estamos ante el creador de toda una mitología de horror que pervive hasta la actualidad.

Aqui una biografía, sin desperdicio.