lunes, 19 de noviembre de 2007

¿Y EL MIEDO NO SERÁ VUESTRO?

Muy buenas a todos. Recibí varias invitaciones para participar en este blog y soy novato en estas cosas interneteras (lo digo por futuras pifias).
Como las invitaciones vienen de gente que considero amiga, pues que me lo tomé en serio (y no como aquello de"a ver si nos vemos" que le decimos al conocido plasta). Además, la gente que me invita me conoce, por lo que supongo que se espera algo de mí en el sentido de dar otra visión a lo que aquí se dice (por supuesto no mejor ni más cierta, vaya por delante). Multitud de jarras de cerveza son testigo de mis conversaciones con alguno de los que aquí escriben, así que no se sorprenderán.
Bueno; me parecía mal empezar sin presentarme, pero ya... al grano.
Vereis, hay algo que siempre me ha "molestado" de ese aura de misticismo, fantasía y excelencia que se le quiere dar a la esquizofrenia (por extensión a la enfermedad mental, pero empezaremos por lo obvio). Es algo que me parece, cuando menos, cruel. Decir que la esquizofrenia es un modo especial de vivir la libertad o un momento lúcido de "genialidad", es una falta de respeto al sufrimiento de los pacientes. Así de sencillo.
Respetar y dar valor a la enfermedad mental significa, en mi opinión, precisamente verlo como una enfermedad, y, desde ahí, trabajar con la persona que sufre y siente. Se habla aquí de respetar su individualidad, su esencia como ser humano más allá de ser un enfermo; ¿es incompatible?. Si para hacer eso necesitamos ver al enfermo como alguien especial, lo que en realidad mostramos, tal y como dice el título, es nuestro miedo y nuestra incapacidad de aceptar a alguien tal cual es.

Es fácil amar a una abeja cuando se le cree recipiente de Dios, señal o producto de un halo divino. Lo difícil es amar a la abeja como simple abeja

(Julio Cortázar; del "Diario de Andrés Fava")

PD: Hala! a machacarme! Salud y república.

12 comentarios:

jabibi dijo...

Creo que tu post Cesareo, enlaza bastante con el de Jesús sobre "el brote es el moemnto más sano...", allí Jorge contemporiza diciendo que es "el momento de más verdad". Si te he entendido bien tu lo verías como un momento de enfermedad por el que pasa una persona.
Bien, yo quiero reivindicar aquí la forma particular de verlo de los protagonistas. Cada uno de ellos lo verá de forma distinta entre ellos y entre los diferentes momentos de su historia personal.
A sus esperiencias las llamarán de mil formas, muchas de ellas muy influenciadas por sus contextos, no niego alienantes en bastantes casos. Creo que el contacto terapéutico con nosotros les ayudará, en la medida que puedan darles a dichas vivencias un sentido que les ayude a estar en su mundo de la forma que ellos consideren sana, verdadera...que les ayude a producir su miel a su manera.

1 abrazo y bienvenido!

Cesareo dijo...

Gracias por la biemvenida Javier.
Pues verás, no sé si he sabido transmitir bien lo que quería decir. El brote no es un momento de enfermedad, el brote es un momento en la vida de la persona, un episodio, pero no en el sentido clínico, sino en el sentido biográfico. La persona no se agota en ser un enfermo, pero tampoco alcanza ahí su máximo momento de verdad; es algo que ocurre, ni más ni menos verdadero que le resto de su experiencia. A eso me refiero cuando digo que, si para tomarlo en serio, necesitamos verlo como un momento especial, lúcido y libre, en realidad lo que estamos mostrando es una gran falta de respeto por el resto de su experiencia.
Hablas de ayudarles a que en su mundo estén de una manera sana, pero por desgracia (o no) ese constructo es (como todos) algo social, y por tanto no puede ser definido ni por nosotros ni por el paciente. la verdadera psiquiatrís comunitaria no es, a mi modo de ver, que el paciente se mueva libremente en la comunidad, sino que su forma de estar en el mundo tenga cabida en su contexto social.
Sé que algunos dirán que si ese contexto es restrictivo, este objetivo puede verse como algo erróneo. Para esos, lanzo otra pregunta: ¿es que es nuestra misión cambiar el mundo?. Mi respuesta es que no (para que no penseis que me escaqueo).
SUERTE PA LA OPE.

jabibi dijo...

UHHH, calentito está el ordenador...
"...su forma de estar en el mundo tenga cabida en su contexto social"

Cesareo respondes que NO quieres cambiar el mundo, pero tu intención de que su forma de estar en el mundo tenga cabida en su contexto social, para mí es una intervención (comunitaria), una intervención que cambia el mundo, su mundo, tu mundo, nuestro mundo. Todavía hoy muchos "psicóticos" no tienen cabida en su contexto, sino que más bien viven apartados de su contexto. Así que, ¿eso que dices no es cambiar el mundo?...
Pero claro tu te refería más bien a que tu posición quiere ser pragmática. Lo que pasa es que no sé que pragmatismo tiene si sacrificamos en exceso la subjetividad del "enfermo" por el supuesto contexto, aquí veo una dialéctica que debe encontrar su síntesis.

Alvaro dijo...

Bienvenio! Ya nos falta menos para ser cien monos.

No me ha dado tiempo a contestar en el post de Jesús, pero creo que tu entrada y la suya van juntas, como dos caras de una moneda (o los dos lados de la Fuerza). Es decir, los dos puntos de vista no pueden existir el uno sin el otro.

Si consideramos al psicótico como un ser mágico y especial en un momento de verdad, nos olvidamos del sufrimiento que el brote causa en su entorno y en la respuesta "policial" que la Salud Mental está obligada a dar dentro del contexto social donde estamos.

Si lo consideramos solo como una enfermedad pues nos metemos ya en los estigmatizante y demás, pero no considerarlo una enfermedad chirriaria con las posibilidades de tratamiento y con esas funciónes sociales.

Decia Badaracco (porque yo tuve también suerte de escucharlo, pero como fue poco tiempo, me traje las ideas muy sintéticas) que el brote es un momento de la vida del sujeto, tan importante como el resto de su vida, en el que el sujeto también dice cosas, más allá de la psicopatologia.

Creo que lo fundamental es integrarlo todo y escuchar dentro y fuera del brote. Ahora mismo tengo un paciente "estable" y lo que me cuenta es una historia de sufrimiento (no puedo tener novia, no puedo trabajar...) que me pide que escuche. Y he de escucharle y demostrarle que no necesita delirar para ser escuchado.

Estoy contigo también en que ser psicótico no tiene nada de especial o mágico... ¿acaso no es mágica mi pedazo de neurosis obsesiva y no me convierte en un ser especial?

Si son formas diferentes de estar en el mundo, todos somos especiales ante los ojos del SAS.

Saludos

Cesareo dijo...

Joder que divertido es esto. Mejor que estudiar; si suspendo la ope será vuestra por vuestra culpa, je je.
Otra cosa Javier, llámame César vale? lo de Cesáreo era para que me reconocieran los "indocumentaos" estos.
Bueno a ver;"pragmatismo y subjetvidad son una dialéctica que necesita su sintesis". Pues en mi opinión no hay dialéctica que valga si entendemos bien (a mi juicio por supuesto) lo que es la subjetividad y el pragmatismo. Si por subjetividad entendemos algún tipo de "esencia" o algo irreductible que está en el ser humano y por pragmatismo su utilidad en el mundo, puede mantenerse la contradicción; pero es que no es así (en mi opinión insisto). Subjetividad y pragmatismo es lo mismo; se trata de apropiarse del mundo, de aprehenderlo, y en esa aprehensión se funda la subjetividad, que por tanto depende de los demás, puesto que los demás también aprehenden el mundo a su manera. La narrativa, en suma, tiene que ser útil a la persona; lo subjetivo es sencillamente la historia que resume como "utilizo" el mundo. No se trata entonces de sacrificar lo subjetivo a lo pragmático, sino de enfatizar lo pragmático para hacer surgir "un subjetivo". Un delirio no ayuda a alguien a "utilizar" el mundo, básicamente porque no es compartido (igual que el pensamiento depresivo "la vida no merece la pena").
Totalmente de acuerdo contigo en que si conseguimos algo así habremos cambiado el mundo.
Álvaro, pues no he escuchado nunca a Badaracco, pero me alegra ver que me copia, porque dice lo mismo que dije yo antes (je je).

Alvaro dijo...

Si es que estoy rodeado de sabiduria. Soy un tipo con suerte

Alvaro dijo...

Sobre lo pragmático que dices César, la narrativa es útil en tanto en cuanto hace "lazo social". Por eso sí existen determinados delirios que enganchan con los otros y sostienen al individuo. Incluso hay delirios que se engancharían mutuamente, como en el caso de las folies a deux.

Me vuelvo a la Ley General de Sanidad.

Jordy dijo...

Al fin se anima otro amigo! Ya faltan 94 monos.Jejeje.
Voy al grano. Creo que la esquizofrenia es una putada. Una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano. Una enfermedad no podemos decir que sea porque ni tenemos etiologia, ni curso/pronóstico claro ni anatomia patológica que soporte esto. Como mucho es un sindrome "cajón desastre". Una palabra afortunada para englobar a gran parte de los que por motivos desconocidos tienen tendencia y facilidad para largarse de la realidad consensuada que habitamos.

Dicho esto defiendo porque veo un delirio florido como un momento de verdad. Por la certeza y por la angustia. El tipo se choca con algo, una vivencia, que lo angustia de forma sobrecogedora y así te lo hace saber a poco que lo escuches.
El acceso a la realidad consensuada que tenemos está mediatizado por mil esquemas preconcebidos que hemos ido asimilando. En mi opinión el psicótico tiene en un momento determinado graves dificultades para acceder a esta interpretación consensuada de las percepciones, según mi experiencia con ellos constato que muchas veces se aislan hasta tal punto que no pueden participar del contexto social hasta el extremo de llegar a desengancharse del mismo lenguaje compartido y tener que crear nuevas palabras para lo que sienten o perciben(estoy generalizando, de esto hay grados, y además hablo de una impresión extraida de la clínica y muy dificil de concretar).

¿Entiendo el acceso a lo social como un proceso represivo? Si, e inevitable para ser humanos tal y como nos entendemos. ¿Es un esquizofrénico tan diferente de alguien que no delira ni alucina? Creo que no, pero a veces, sin que sepamos los motivos, creo que se ven muy dificultados para poder utilizar estos símbolos, relatos y mitos de los que echamos mano para lidiar con el sinsentido de la existencia, y por esto crean otros en forma de delirios.

Espero ondonadas de ostias.

Cesareo dijo...

ondonada de ostia 1. habría mucho que decir acerca de eso de que la esquizofrejia no es una enfermedad porque no hay curso o correlatos biológicos, pero bueno, admito barco. pero aunque eso fuera cierto, la esquizofrenia sí es una enfermedad desde el punto de vista... no sé antropológico? (es una culturetada pero no sé que poner). Algo que me impide, insisto, aprehender el mundo de un modo tal que me permita conducirme en él y me aleje de los demás es una enfermedad porque me aparta de lo social, que es el fundamento del ser humano.
ondonoda de ostia 2: contra el romanticismo. Dilo de una vez Jorge, de lo que dices se desprende que hay algo especial y único en cada persona que lo social reprime (ummmm Freud?) e impide que se desarrolle, por eso, y vuelvo a lo mismo, necesitas ver algo especial y mágico en la esquizofrenia. pero y si no es así? Si no hay nada más allá de lo que hacemos con el mundo y de lo que ese "hacer" nos pemrite conectar con otras personas, en la esquizofrenia falta algo (no es que esté reprimido, es que no está), y eso es una enfermedad. Que también es un momento de verdad es irrebatible.
ondonada de ostia 3: Jorge, por qué llevo un barril?
auto - ostia: joder como me enrollo no? es que soy nuevo, ya se me pasará.
Saludos y gestión clínica para todos (maldición clásica de la tribu del SAS)

Jordy dijo...

A ver, a ver:

Apunte number 1: ¿Enfermedades antropológicas? Vale, yo también acepto barco. Pero es peligroso meterse en un concepto de enfermedad/salud propio de la ONU:" completo estado de bienestar físico, psíquico y social". Porque corremos el riesgo de considerar ciertas ideas u opiniones como "enfermas" y así comienzan los centro de Reeducación. Yo prefiero reservar el término enfermedad para las "especies naturales" y para otras formas de sufrimiento o malestar reservar otros términos (por esto me gustan tan poco esos términos como "trastorno de la personalidad" o "sociopatia"). Resumiendo, puedo estar bien jodido y no padecer ninguna enfemedad (si no invento ahora mismo el "sindrome del OPE-negador", y me quedo tan pancho)


Apunte number 2: En lo que pones "contra el romanticismo", estoy deacuerdo en casi todo y creo que me he explicado mal si percibes que albergo cualquier tendencia Russoniana que tenga que ver con el "buen salvaje" envilecido por la sociedad corrompida.
Creo que la subjetividad, la singularidad humana se construye. Se construye inmerso en las relaciones que pueblan nuestra historia. Por medio de alianzas, desapegos, complicidades y traiciones vamos configurandonos, haciendo una narración, pero una narración muy sentida. Para esto contamos con las circunstancias y con nuestro posicionamiento frente a estas existiendo, para mi, un componente último de libertad (tema este espinoso donde los halla y motivo de futuras disquisiciones) que podemos aumentar o disminuir según nuestras decisiones.
Según lo concibo, cada ser humano tiene la oportunidad de enfrentar de forma mínimamente original a los avatares de la existencia sin renunciar a crear algo nuevo que aportar a su sociedad y su cultura. Normalmente no suele ser así y nos conformamos con adoptar soluciones prefabricadas y poco arriesgadas. Podemos hacerlo porque el mismo contexto cultural interiorizado nos brinda estas herramientas.
En esto es psicótico no es tan diferente, aunque en un momento determinado no pueda tirar de esta conexión con los otros, y tenga que crear practicamente "por pantalones" un delirio para sobrevivir a sus vivencias angustiantes de invasión o de pérdida de límites, por ejemplo. Estos delirios pueden ser de gran originalidad o simplones, pero guardan la frescura del que se ha tenido que enfrentar a la falta de sentido sin el paraguas de estructuras simbolicas y culturales que nos protegen de la vivencia de la falta de sentido de cualquier sujeto en esta existencia sin "manual de instrucciones".


Sigo afectado de mi sindrome de OPE-negador y me voy a ver Hipercube. Adeu!

Jordy dijo...

Ahh...se me olvidaba. Cesar, te puse con el barril porque me hacia gracia, jejejeje. Si no te gusta el estilo "pecho-lobo" te cambio, pero creo que debes respetar tu simpson! jejeje

Cesareo dijo...

Me apunto sin dudarlo al sindrome de OPE negador; mi síntoma es escribir aquí, que me evita tener que leer las gilipolleces que se inventa el SAS. Lo clasifico como F.FFFFFFFFFF (lease con cara de asco).
Bueno Jorge,esto sin cerveza no es igual, pero va. No seré yo, y lo sabes, el que defienda que a la gente se le llame enferma o sociópata; era una forma de hablar para volver a hablar de lo mismo; que la esquizofenia, la enfermedad mental en general, se puede ver como un trastorno, dificultad, sufrimiento...y no por eso pierde nada de su interés. Vuelvo a criticar a los que defiendan la locura como un acto de libertad. Si no te gusta el término lo retiro ya mismo.
Si te entendí mal, pues disculpa, pero se me hace muy difícil dejar de ver romanticismo en afirmaciones como que el delirio es un acto creativo o que tiene frescura. Evidentemente de acuerdo en lo de la construcción de la identidad, pero eso tiene un criterio de "salud" (lo siento no lo sé decir de otra manera)y es que sea útil. Nos puede maravillar la complejidad de un delirio, pero eso es solo un epifenómeno de la inteligencia humana.
Y por último, mi pregunta era solo eso, una pregunta. El simpson me parece cojonudo y estupendo; es más, propongo hacer camisetas y una quedada.
Y sigiendo con mi F.FFFFFFFFF.... yo me voy a ver "el diario de patricia"