martes, 20 de noviembre de 2007

Conductas bizarras e idas por tabaco

Hay que ver que me leeis la mente. Ultimamente en mis nuevas funciones laborales estoy teniendo muchos choques “eticos” entre la libertad, la psicosis y los limites sociales.

Mis interrogantes empezaron con esta conversación que escuché:

- M. se ha vuelto a fugar
- ¡Que no! Que he ido por tabaco y luego venía
- Como te vuelvas a fugar te mandamos a tu casa

Bueno, venía a ser más o menos así. Hablamos de combatir el estigma en radio y televisión, pero cuando un paciente hace un movimiento de “libertad”, lo convertimos en fuga, y encima le invitamos a que se siga fugando (como así ha sido).

Pero bueno, esto es el funcionamiento más o menos habitual, y no sé si debemos cambiarlo (supongo que sí pero ya veremos). El caso es que este paciente estaba “descompensadillo” y puedo entender que el ir por tabaco se conviertiera en una fuga. ¿Pero y si un paciente que no está descompensado decide emborracharse? ¿Por que en lugar de dormir la mona como hacemos nosotros acaba ingresado en el hospital sin estar descompensado? Y además esto no solo pasa con psicóticos, basta tener cualquier enfermedad mental para que toda transgresión social sea interpretada como un empeoramiento y precise la intervención de un psiquiatra o psicologo (por lo menos para certificar que no tiene nada que ver con la enfermedad)

Una vez me trajeron un chico, psicótico, que habia hecho un “calvo” en una discoteca... y las voces no se lo habian ordenado. Menos mal que le pregunté porque lo habia hecho (y menos mal para él que yo también lo habia hecho en mi juventud y no lo ví como una “conducta bizarra”). Solo lo habia hecho para reirse de unas niñas con sus amigos.

El caso es que no somos capaces de ver a la persona “entera” aunque queramos. La enfermedad mental lo invade todo, y aunque tratamos de devolver la responsabilidad de sus actos al paciente, no somos capaces de aceptar su voluntad. No hay una parte infectada y una parte sana, ni todo está enfermo ni todo está sano. El tiempo, las situaciones, los momentos determinan lo que hace la persona y deberiamos tenerlo en cuenta a la hora de “juzgar”. Y no hablo desde una posición de terapeuta.

Nuestro trabajo consiste en devolver al paciente la libertad perdida por su enfermedad, para que la vuelva a perder dentro de las normas sociales. Como todo el mundo ¿no?

4 comentarios:

ROS dijo...

Álvaro me obliga a contestar por escrito y no a él directamente...en fin, supongo que habrá que ir perdiendo el miedo a la palabra escrita en la red...jeje

Pues en relación al anterior artículo de Cesareo: me parece bastante coherente. Desde luego alguien que sufre tanto, que tiene tanta angustia...no lo veo como alguien libre, sino como alguien cautivo...alguien atrapado por su propio mundo, un mundo que le impide/dificulta relacionarse con el resto de personas...un mundo que lo aisla...para mí eso no es libertad ni genialidad, sólo sufrimiento.
Trabajamos con personas que están enfermas y que necesitan ayuda, para mí eso es suficiente.

En lo relativo al artículo de Álvaro: muchas veces no es la sociedad en general sino la propia familia la que toma como descompensaciones acciones/actitudes "normales" y te lo llevan a la Urgencia en contra de su voluntad para que tú lo "encierres" por (OHHHH!!!!)emborracharse, querer salir con los amigos (afortunado si todavía los conserva...) o intentar ligar con una chica...muchas veces es la familia la que intenta por todos los medios anularlos como personas...

Ufff, he escrito demasiado!
Bye!!

Alvaro dijo...

Pero no pierdas de vista que la actitud de la familia por lo general no es consciente ni mal intencionada... Si no, entramos en un tipo de "falsa sistémica" que lo único que genera es culpa en la familia y "ceguera" en los terapeutas.

Jordy dijo...

Ummm. Esto se anima. Nada menos que la mismisima Ross se atreve a escribir. Gracias por tu aportación, compañera. Mañana serás debidamente rebatida porque ya es la 1 de la mañana y se me nubla la vista. Good nights!!

jabibi dijo...

Qué cantidad de problemas éticos tiene este "carcelero"! Leña al mono que es psicotico y huye (se fuga)!
La verdad que es todo un papelón para tí, Álvaro. Si alguien disfruta con ello es que se ha adueñado de el/ella el sadismo.
Sin embargo, pensando desde las otras perspectivas eres muy adecuado para el puesto (ahora que no nos lee nadie;). Para los enfermos y para la institución es mejor tener un neurótico obsesivo (cito tu autodescripción de tí mismo) que se lo piense bien el ingresar/mantener ingresada a la peña en la unidad.
¿A quién pondíais en la garita de un cuartel a un neurótico que se lo piense o a un impulsivo de gatillo fácil? Hay mucho en juego, vidas humanas...
1 abrazo amigo! Y leña a la OPE que es de goma!