jueves, 16 de agosto de 2007

Oscar Wilde: un maestro de la moral



No me resisto a poner estas frases de Oscar Wilde. Encuentro en ellas más entendimiento y sutileza que en muchos de los manuales de psicoterapia que he leido. ¿O hablan de algo distinto que de la felicidad de los hombres, la libertad y los dilemas de la existencia, los escritores y los filosofos? ¿ Podemos aprender algo los profesionales de salud mental de esto, o estamos por encima o por debajo de lo que pensaron otros antes que nosotros?

Nuestra vida es demasiado corta para cargar sobre nuestros hombros los dolores ajenos. Cada hombre vive en su propia vida y paga su precio por vivirla. La lástima es tener que pagar tan a menudo por una sola falta. Una y otra vez, y siempre, nos vemos obligados a pagar. En sus tratos con el hombre, el Destino jamás cierra sus cuentas.

Vivir es la cosa más rara del mundo. La mayoría de la gente no hace más que existir.

El mejor medio para hacer buenos a los niños, es hacerlos felices.

Lo que se denomina pecado, es un elemento esencial de progreso. Sin él, el mundo se estancaría, o envejecería, o perdería todo color. Por curiosidad de él se enriquece la experiencia de la raza. Su identificada afirmación de individualismo nos salva del lugar común. En su prescripción de las nociones corrientes de moral se identifica con la ética más alta.

La vida nos hace pagar un precio demasiado elevado por sus géneros, y el más insignificante de sus secretos lo compramos a un coste monstruoso y desproporcionado.

La vida es terriblemente deficiente de forma. Sus catástrofes se verifican mal y a gente sin condiciones para ello. Hay un grotesco horror en sus comedias, y sus tragedias parecen culminar en bufonadas. Siempre que se acerca uno a ella queda herido. Las cosas duran demasiado, o demasiado poco.

Los sistemas que fracasan son aquellos que se basan sobre la permanencia de la naturaleza humana y no sobre su crecimiento y desarrollo.

Recomendar el ahorro al pobre, es a la vez grotesco e insultante. Es como aconsejar a un hombre que se está muriendo de hambre que coma menos.

La única cosa que habemos de la naturaleza humana, es que cambia.

¡Dichosos los actores! Pueden optar por salir en una tragedia, o en una comedia, por sufrir o regocijarse, por reír o derramar lágrimas. Pero en la vida real es muy diferente. La mayor parte de los hombres y las mujeres se ven aobligados a representar papeles que no les van. El mundo es un escenario, pero la obra ha sido mal repartida.

El egoismo no consiste en vivir como a uno le parece, sino en exigir que los demás vivan como uno; y el altruismo es dejar que los demás vivan como mejor les acomode, sin meterse uno en sus vidas.

No es prudente encontrar símbolos en todo lo que se ve. Llena demasiado la vida de terrores.

El confort es la única cosa que nuestra civilización puede proporcionarnos.

¡Cuántas cosas arrojaríamos lejos de nosotros si no temiésemos que alguien pudiera recogerlas!

Vivimos en una época en que sólo lo superfluo es necesario.

Siempre hay algo ridículo en las emociones de las personas que ha dejado uno de querer.

Los hechos son la primera tragedia de la vida; las palabras, la segunda: las palabras son, acaso, la peor. Las palabras son implacables.

Siempre hay algo infinitamente mezquino en las tragedias de los demás.

Nosotros hacemos dioses de los hombres y nos abandonan. Otros, los hacen animales, y ellos les acarician y le son fieles.

Cada éxito nos trae un enemigo. Para ser popular es preciso ser mediocre.

Hoy día todo el mundo es inteligente. No puede uno ir a ninguna parte sin encontrar personas inteligentes. Esto ha llegado a constituir una verdadera calamidad pública.

La gente enseña para disimular su ignorancia, lo mismo que sonríen para ocultar sus lágrimas.

La sociedad perdona con frecuencia al criminal, pero nunca al soñador.


1 comentario:

Jesús Salomón dijo...

illo illoillo

que razon tenía nuestro querido oscar.
cd digo la verdad me refiero a "las miles de verdades propias", qu han de ser curradas, honestas y responsables.


La verdad, tiene que disfrazarse de mentiras para ser aceptada.
La verdad no puede ser dicha si se pretende que sea escuchada.
La verdad duele pero gusta.
La verdad amarga a muchos y te endulza.
La verdad ha de ser solitaria, nunca o casi nunca puede ser compartida.
La verdad siempre es mentira para alguien.
La verdad siempre está cambiando.
La verdad a veces sigue su propio camino.
La verdad es solo para los "callados".
La verdad tiene un precio demasisado alto, en muchas ocasiones.
La verdad es prometer lo que no se puede cumplir a veces.
La verdad es mezquina y maravillosa.
La verdad es sucia y pura.
La verdad es excitante y angustiante.
La verdad es que el cadi tiene la mejor afición de españa. (lo siento amigos, tenia que parar, que mem estaba angustiando)


La verdad es para los que no pueden.
La verdad es para aquel que nada ve y sin embargo mucho entiende.
La verdad es para tí.